Revista Perspectiva | 14 marzo 2025.

La actual situación policial en España

    16/02/2018.

    Marta Reina

    Coordinadora del círculo de Políticas de Seguridad

    Podemos Catalunya

     

     Cuando la política se convierte en parte de tu vida, y es un asunto no solamente laboral, si no también personal, entiendes que son numerosos los factores que día a día se van potenciando, y más cuando tu perspectiva política es comunista.

    Desde el año 2011 en que, sin poder estar en la famosa plaza de Catalunya con el 15M, pero si apoyando y siguiéndola, y desde el 16 de enero de 2014 que se funda PODEMOS hasta hoy, puedo decir que cada día que pasa creo más en la gestión política de PODEMOS para dar un giro a las políticas de este país. La corrupción, la mala gestión política en todas sus facetas y una casta política que cree que el congreso de los diputados es su casa y el “aquí mando yo”, hace que veas que este país necesita un cambio político para dar la vuelta a todo un sistema podrido.

    Pero ser Policía y contribuir con una política de seguridad como digo comunista, no es nada fácil, y te asombras al ver y observar que la Policía está olvidada de los programas electorales y más aun de sus cargos políticos. Es por eso que decido entrar en PODEMOS y ayudar a dar un empuje a estas políticas, ya que tan importante son las demás secretarias como la de interior o seguridad.

    Al frente del Circulo de políticas de Seguridad en Catalunya, estoy muy orgullosa de estar en PODEMOS y poder contribuir en este tipo de políticas, necesarias y útiles para nuestra sociedad.

    Cuando hablamos de la policía, a la mayoría de la población le viene a la cabeza orden público, aquellos policías de dos metros que van con ropa militar y disparan pelotas de goma, que, por lo general son los peores mirados, ya que estamos acostumbrados a verlos en manifestaciones donde habitualmente la sociedad se manifiesta para reclamar sus derechos. Es por ello que es complicado tener una visión positiva de la policía en las políticas de izquierda. De hecho, ya hemos visto en alguna ocasión que lo más habitual es cuando se llega a un cargo político, es reducir o eliminar a las unidades de intervención, lo vimos en Barcelona con Ada Colau, retirar la UNOC era uno de sus objetivos.

    Sin duda alguna la policía es muy necesaria en nuestra sociedad y más en un mundo globalizado donde son numerosos los delitos que traspasan nuestras fronteras, por citar algunos: Tráfico de seres humanos, Terrorismo. Estos serían los dos más actuales, pero ni mucho menos los más importantes. Realmente nos acordamos de la policía cuando la necesitamos y no reconocemos el trabajo que día a día realiza por medio de las tantas unidades que dispone una institución como la policía.

    Pero muy diferente es, cuando hablamos de la policía a nivel político, la mayoría soplamos y pensamos que lo mejor que nos puede pasar, es que siempre tengamos que elogiar las actuaciones de la policía, más que tener que salir en medios de comunicación a dar explicaciones por alguna mala praxis. Pero esto ha de cambiar las malas praxis o los policías corruptos o simplemente aquellos que no cumplan con su deber deben ser sancionados como cualquier ciudadano, y no por el mero hecho de ser funcionarios de policía deben tener ningún privilegio.

    Las políticas de seguridad están olvidadas en la gran mayoría de los partidos políticos, que en sus programas tanto municipales como autonómicos y estatales son deficitarios, pobres y de escaso contenido sobre todo en formaciones de izquierda donde realmente la policía nunca ha estado bien vista.

    Cabe destacar que los partidos políticos de derechas, la policía es para ellos una estructura beneficiosa más que un dolor de cabeza. En un país donde la separación de poderes existe a medias tintas, la policía se convierte en una herramienta fácil de manipular mediante la cadena de mando que está más en contacto con el gobierno. Justamente ahí es donde la gran mayoría de casos de corrupción se han dado.  Las cloacas del estado es un video donde se puede observar el grado de implicación de jefes de policía y el ministro del interior Jorge Fernández Díaz.

    La ley orgánica 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la que aún manteniendo que la seguridad pública es competencia exclusiva del estado, añade que las comunidades autónomas y las corporaciones locales a través de sus propios cuerpos de seguridad, participarán en el mantenimiento de la seguridad pública.

    Por tanto, será el resto de ordenamiento jurídico, bien estatutos de autonomía o reformas en la ley la que irá mejorando el modelo.

    Un tercer bloque que creo es muy importante citar en este sistema tridimensional es la coordinación del CNI y servicio de vigilancia Aduanera.

    Sin embargo, tres comunidades autónomas Catalunya (Mossos d’Esquadra) País Vasco (Ertzaintza) y Navarra (Policía Foral) han logrado dicha competencia implantando cuerpos policiales propios e integrales. Canarias y Galicia han creado su propio cuerpo, pero sin todas las competencias transferidas una y aun sin plantilla la otra.

    A todo esto, destacar que en la LOFCS existen los mecanismos de cooperación política mediante el Consejo de política de seguridad y la junta local de seguridad respectivamente, en los tres ámbitos (Estatal, autonómico local) pero todos ellos han y continúan fracasando en sus competencias, por la inexistencia de canales operativos permanentes, no hay mecanismos de coordinación operativa.

    Por lo tanto, uno de los grandes problemas del modelo policial español es la ausencia de estructuras interpolaciones de coordinación operativa.

    Por otro lado, cabe destacar que el modelo policial español, es un modelo que está contando con numerosos problemas de cooperación internacional a nivel autonómico, esto repercute en las investigaciones sobre delitos transnacionales que requieren una rápida y efectiva respuesta policial. En numerosos casos estos canales tienen unos filtros muy lentos y dificultosos para las policías autonómicas y evidentemente para las policías locales.

    El sistema actual español es el más caro de la unión europea, pero paradójicamente sus miembros perciben los salarios bajos. Además, podemos añadir que está plagado de ineficiencias y desequilibrios estructurales, de esta manera lo importante es tener el control y la seguridad de que la policía está controlada para proteger a los gobiernos en todas sus facetas.

    La mayoría de analistas coinciden en que nuestro modelo policial no reúne los mínimos exigibles en un sistema donde actúan diversos cuerpos policiales. En relación a este punto no existe una lógica ni en la estructura ni en las competencias de los distintos cuerpos policiales que conforman el modelo español.

    Además, España mantiene la cifra más alta de funcionarios policiales de toda Europa siendo la ratio en diciembre del 2012 del 5,3; en el caso de los países de la eurozona la ratio europea seria 3,62. Sería inviable tener que reducir plantillas, pero no sería descabellante abrir canales de inspección para controlar de manera exhaustiva la plantilla que presta sus servicios en oficinas o en seguridad de edificios.

    La policía ha de encargarse de la seguridad ciudadana y de la investigación de delitos, en numerosas ocasiones estas unidades que requieren una especialización se ven disminuidas sobre todo en policías autonómicas y en muchas ocasiones se solapan las investigaciones con otros cuerpos policiales. La cooperación entre cuerpos policiales es el gran problema en la mayoría de los casos.

    La coordinación entre ellos tiene todo tipo de carencias, la más notoria seria la unificación de las bases de datos siendo algo fundamental para combatir la criminalidad.

    Las mejoras deben ser por ambas partes sistema policial y sistema judicial ya que la colaboración es importante en el ámbito de la investigación policial y judicial.

    Cuando hablamos del sistema judicial, hay que hacer hincapié en la necesidad de reducir gastos con la presencia de policías en la vista judicial como testimonios y utilizar las vías telemáticas para la gran mayoría de actos judiciales, la presencia física de policías es un gasto económico que en muchos casos se puede reducir.

    Sin duda alguna debemos plantearnos muy seriamente realizar un estudio a nivel estatal donde se mejoren estas estructuras policiales y se unifiquen las FFCCSS de tal manera que priorice la seguridad en todos sus conceptos antes que beneficio político.

    En nuestro país la configuración debe ser y es a medias tintas un modelo de servicio público integral que incluye la realización de funciones preventivas como de investigación y restablecimiento de la seguridad, así como proteger el libre ejercicio de los derechos fundamentales  por parte de los ciudadanos, y que además involucra a la institución policial en el desarrollo de actividades de ayuda y satisfacción de las necesidades de la comunidad, que, sin tener un contenido estrictamente policial, sin embargo forma parte de la seguridad pública con la que los miembros de los cuerpos policiales están comprometidos.

    Las relaciones con la comunidad son buenas y se realizan campañas de difusión y divulgación de la actuación de la policía con el fin de aumentar la valoración de los ciudadanos y su confianza en la institución, difundiendo una imagen de cercanía y disposición de servir a la sociedad, es decir, se trata de maximizar la percepción de la policía como un servicio público más de la comunidad.

    Es el modelo típico de las democracias más avanzadas, y forma parte del llamado estado del bienestar, éste es el modelo español actual.

    Sin duda alguna y para acabar, como bien digo, el modelo arriba citado, sería el modelo a seguir por nuestro país, pero se aleja mucho del actual, y retrocede debido a unas políticas de derechas haciendo que sea más un modelo autoritario que un modelo de servicio público, ya que confunde y altera las que deberían ser sus relaciones ordinarias con las instituciones al servicio de los ciudadanos.

    Debemos trabajar por un futuro mejor y unas políticas de seguridad serias y bien gestionadas, donde la base sea la aplicación de los derechos humanos y el código ético policial, una policía modelo, donde la diversidad y la paridad sea el relejo de la sociedad actual.

    Miércoles, 14 de Febrero de 2018