Revista Perspectiva | 9 diciembre 2024.

Seguridad Ciudadana, el debate pendiente de las izquierdas

    22/05/2020. Xavi Navarro, director de la Revista Perspectiva

    Artículo publicado en NUEVATRIBUNA

    Seguridad Ciudadana es un concepto sobre el que la izquierda social y política ha reflexionado poco, o por lo menos no lo ha hecho con la suficiente profundidad, permaneciendo por tanto en el campo de la falta de una alternativa a la realidad que vivimos.

    Las izquierdas no han ido mucho más allá de la elaboración de programas electorales, en el caso de grupos políticos, en especial en el ámbito municipal; y en el caso del sindicalismo de clase, el esfuerzo es mayor, en especial en la defensa de los derechos laborales y sociales de los cuerpos policiales, especialmente CCOO, consiguiendo la jubilación anticipada y planteando elementos de igualdad, etc, dibujando en definitiva un modelo policial, que no es poca cosa.

    A pesar de estas actuaciones comentadas, conceptualmente, lo elaborado -fundamentalmente los programas electorales- por las izquierdas, se sitúan en el marco del debate que la clase hegemónica y dominante plantea, asimilando así el concepto de Seguridad Ciudadana al de Garantía del Orden Público. Es decir, asumiendo el discurso ideológico neoliberal en el que se plantean siempre recetas simplistas a una realidad compleja como es el caso de la Seguridad Ciudadana, recetas que vienen vestidas de discursos muy mediáticos a los que el periodismo que busca la audiencia fácil, les hace el juego cada día. Las propuestas bárbaras de algunos están pensadas para que la ciudadanía vea en ellos a sus defensores.

    Ante esto, las izquierdas, siguen sin plantear seriamente propuestas globales relativas a la seguridad ciudadana, un elemento fundamental del debate político como se ha demostrado recientemente en Brasil.

    Cuando hablamos de seguridad ciudadana tenemos que ser conscientes que los conceptos nunca son estáticos, responden a realidades sociales, pero aunque técnica y tecnológicamente son hoy diferentes a los tiempos pretéritos, lo simplista sigue instalado en el mismo plano. Si vemos la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789, su artículo 9 dice: “Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso religiosas, siempre y cuando su manifestación no altere el orden público establecido por la ley”. Este artículo, junto con el 4 de la misma declaración, el cual establece “La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial para el otro….”, definen la visión liberal del concepto de orden público, visión que ha perdurado a lo largo de los años, evolucionando con posterioridad hacia el concepto de Seguridad Ciudadana que es el que nos ocupa, siendo éste un concepto mucho más amplio y que teóricamente incorpora los valores del Estado Social y Democrático de Derecho.

    La evolución planteada, no es un simple cambio de denominación sino que conlleva un cambio importante del contenido, aunque en gran parte de Europa aún siguen hablando de Orden Público y Seguridad Pública. A pesar de haber avanzado conceptualmente, que no mucho en su denominación, se siguen contemplando las respuestas simples para problemas complejos, siendo esto una importante contradicción y al mismo tiempo la evidencia de la hegemonía ideológica neoliberal. El Estado Español, vive una mayor contradicción, puesto que tiene asumida la denominación de Seguridad Ciudadana aunque los debates y las respuestas son igual al resto e incluso más acentuadamente simples y por tanto más situadas en un concepto de Orden Público.

    La Seguridad Ciudadana como garantía de derechos es el concepto que debemos desarrollar, la alternativa. El concepto de Seguridad Ciudadana va más allá de la de la seguridad de los ciudadanos de no ser víctimas de hechos delictivos (aunque esto es muy importante), pues tiene que ver con conceptos como salud, educación, vivienda, trabajo, ocio, es decir con todos los ámbitos de bienestar social, elementos todos que se desarrollan y consolidan en el marco de una sociedad democrática avanzada, en contradicción, por tanto, con el discurso actualmente hegemónico. Hablar de seguridad ciudadana, de garantía de derechos de los ciudadanos, comporta, necesariamente, respuestas complejas, propuestas y actuaciones complejas e interrelaciones con diferentes ámbitos de la actuación política, pero es necesario hacerlas, y lo que es más importante, explicarlas de manera sencilla al conjunto de la ciudadanía.

    La Seguridad es un bien fundamental para el avance democrático, y conforma una parte importante de la democracia avanzada que hemos de construir. Promover la Seguridad es un bien no consistente, en exclusiva y sobre todo, en hacer de policía o en recurrir al sistema penal. Policía y sistema penal han de existir pero formando parte de una política integral de Seguridad Ciudadana, un elemento más de esta pero no un elemento exclusivo, lo cual está en contradicción con el discurso actualmente hegemónico.

    Las políticas integrales de seguridad, deben tender a promover , actuaciones preventivas en todos los ámbitos, desarrollando políticas generadoras de igualdad, favoreciendo así la integración frente a la exclusión, aislando fenómenos de carácter criminal generadores de importantes sensaciones de inseguridad y bandera de las políticas de respuesta neoliberal, porque la inseguridad no es simplemente el temor al robo, a la agresión. La inseguridad la provoca también un entorno de precariedad, el miedo a no disponer de servicios que aporten protección.

    Desarrollar la alternativa al modelo neoliberal y las respuestas hegemónicas, comporta realizar actuaciones que ayuden a reducir aquellas percepciones de mayor impacto entre las personas, las que genera la delincuencia común y los actos incívicos que aun no siendo delitos sí generan una percepción de inseguridad.

    Los medios de comunicación, en este combate por generar una real Seguridad Ciudadana, juegan un papel fundamental para tratar la noticia sobre “el delito” de manera responsable, racional y objetiva, favoreciendo una opinión positiva de las políticas preventivas en un sentido amplio, y favorecer así las políticas de Seguridad Ciudadana frente al neoliberalismo de respuesta simplista. El neoliberalismo tiene un magnífico aliado en los efectos de la maximización de las noticias sobre comportamientos que crean una inmediata sensación de inseguridad (sólo ver como tratan los medios y con qué intensidad algunos actos delictivos), que no se ajusta a la realidad, impulsando así respuestas simplista y desproporcionadas que favorecen la reducción de derechos y libertades y una visión exclusivamente policial que no por ello más eficaz.

    Desarrollar el concepto de Seguridad Ciudadana comporta, por tanto, un importante avance democrático, generando mayores derechos sociales, favoreciendo respuestas mucho más racionales respecto a los elementos que generan inseguridad, y sobre todo aislando las acciones delictivas y tratándolas de manera proporcionada, tomando siempre las medidas necesarias para reducir el miedo al crimen.

    Comporta también, el desarrollo de amplios espacios de participación de la ciudadanía, siendo los municipios, los espacios fundamentales para el desarrollo de la Seguridad Ciudadana: desde un modelo urbanístico a una policía de proximidad, etc. Las administraciones municipales son, y aún han de ser más, las instancias más accesibles y las mejor informadas sobre las sensaciones de crisis ( de inseguridad ) reales o potenciales.

    A modo de conclusión podemos decir que:

    Que la Seguridad es un problema complejo donde no solo se pueden dar respuestas policiales puesto que necesitan respuestas políticas globales, transversales, ya que generar Seguridad está ligado a la activación de políticas públicas de diferentes disciplinas y administraciones.

    Para la ciudadanía, la inseguridad es, fundamentalmente una cuestión de percepción subjetiva. Esta percepción la genera fundamentalmente el delito ordinario y no el gran delito puesto que el delito ordinario es el que vive mucho más cerca.

    El concepto de Seguridad, desde la perspectiva de la percepción, necesita ser trabajado, junto al combate por la hegemonía y el avance democrático, en primerísima instancia en el ámbito de la ciudad de manera conjunta con la ciudadanía

    22/05/2020