Revista Perspectiva | 12 marzo 2025.

Alternativas para un sector agroalimentario socialmente necesario

    La cadena alimentaria –sistema por el que los productos agroalimentarios llegan desde el campo hasta la mesa–, en su configuración actual, no funciona. Por un lado, su estructura no sólo favorece el abuso de ciertas empresas y agentes sobre las personas que trabajan en ella, sino que también impide a productores y productoras de alimentos vivir dignamente de su actividad. Por otro, no es capaz de proporcionar alimentos saludables y de calidad a toda la sociedad ya que, en el caso de muchas consumidoras, su limitado poder adquisitivo supone una importante barrera de acceso a estos productos. Por último, esta cadena no se ajusta a los límites materiales del planeta. El diagnóstico sobre la insostenibilidad de este entramado parece claro.

    28/09/2023. Iria Costela Peña, veterinaria especializada en apicultura y ganadería, y Álvaro Areta García, doctor ingeniero agrónomo
    Alternativas para un sector agroalimentario socialmente necesario

    Alternativas para un sector agroalimentario socialmente necesario

    Sin querer negar la complejidad de la situación que afrontamos, la urgencia a la que obliga la actual crisis ecosocial nos fuerza a huir de la abstracción y empezar a plantear propuestas concretas con las que poder empezar a pasar del “pensar” al “hacer”. Creemos que hacen falta iniciativas realistas que puedan aplicarse lo antes posible, orientadas a atacar la estructura actual y a fortalecer y cohesionar iniciativas de abajo a arriba que vienen funcionando desde hace años y apuestan por otro modelo de distribución de alimentos: supermercados cooperativos, grupos de consumo y otros canales cortos de comercialización.

    Pueden existir múltiples vías posibles para transformar el sistema. Nuestra propuesta es crear una Seguridad Social Alimentaria (SSA) vinculada a una Red Alternativa de Producción, Transformación y Distribución de Alimentos. Se trataría de un sistema, similar a la Seguridad Social médica, que ofreciera universalidad en el acceso a la compra de alimentos a través de una Red cuyos participantes cumplieran con criterios de justicia social y agroecología. Cada persona dispondría de una cuantía fija mensual no acumulable (y variable en función de determinados criterios) para gastar, obligatoriamente, en las entidades participantes en dicha Red. Podría financiarse a través de las cotizaciones del trabajo, dividendos empresariales o vía impuestos.

    La propuesta podría dar respuesta a muchos de los retos que plantea la materialización de una transición agroecológica en la producción, transformación y distribución de alimentos ya que impulsaría, a través de la demanda, un cambio de modelo agroalimentario. Fundamentalmente:

    - remuneraría adecuadamente el trabajo de las personas productoras y trabajadoras de la cadena alimentaria. Quienes quisieran participar y beneficiarse del sistema de SSA deberían cumplir una serie de criterios que, entre otros, incluirían el pago de un salario digno a todas las personas trabajadoras en la Red, incluidas las productoras de alimentos. Sólo tendrían cabida proyectos que se rigieran por criterios de justicia social, de igualdad entre hombres y mujeres, y de cooperación sin ánimo de lucro.

    - garantizaría el acceso de todas las personas (independientemente de su renta) a la compra de productos en la Red. Hoy la estructura de la cadena posibilita la venta de alimentos con un PVP artificialmente bajo. Incluir en dicho PVP el coste de todos los impactos negativos generados a lo largo de su producción, elaboración y distribución generaría necesariamente un encarecimiento. A través de la cuantía fija mensual, todas las personas podrían acceder a la compra de esos alimentos, a pesar del incremento en los precios. También sería necesario elevar la presión sobre productos vendidos fuera de la Red que generan impactos medioambientales, sociales y de salud pública inasumibles, y se venden a precios no sólo artificiales, sino escandalosamente bajos (como ultraprocesados o productos cárnicos o agrícolas que proceden de modelos industrializados dependientes de importaciones y exportaciones).

    - frenaría la deriva intensificadora de las explotaciones agrícolas y ganaderas. Las políticas y estrategias que determinan el funcionamiento de la actual cadena alimentaria son las que llevan a una parte de agricultores y ganaderas a seguir creciendo para ajustarse a las exigencias del mercado. Proteger a las iniciativas que no están en esa deriva y traccionar, posibilitando su transición, de las que sí lo están es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. Limitar el tamaño de las explotaciones o dificultar la existencia de monocultivos podrían ser medidas clave. Existen evidencias de que se puede proveer a la población española de alimentos seguros y saludables, culturalmente apropiados y con impactos asumibles para el planeta, en el marco de la agroecología [1]. El modelo productivo del futuro ha de ser el socialmente necesario y hacerse cargo de estas evidencias. Sería importante poder definirlo colectivamente y exigir políticas públicas que lo configuren y robustezcan. 

    Pero un hipotético éxito de este sistema, en detrimento del actual modelo agroalimentario, plantearía otros retos a los que también habría que dar respuesta. Ofrecer opciones deseables de reubicación profesional para todas las personas que trabajen en áreas no socialmente necesarias de la cadena será imprescindible para evitar las lógicas resistencias derivadas de la incertidumbre generada en esta reconversión. Nuevas propuestas de actividad como la creación de la Red o la reordenación de las explotaciones agrícolas y ganaderas (que aumente su número y el empleo generado), podrían contribuir a un horizonte de redistribución del trabajo satisfactorio para todas. Es necesario estudiar cómo ha de hacerse esta reestructuración del empleo, cuantificarla y sentar las bases para que sea justa y no percibida como una amenaza entre quienes ahora trabajan en el sector agroalimentario. Únicamente generando ilusión y esperanza por el cambio será posible llevarlo a cabo.

    [1] Amigos de la Tierra. La urgencia de una transición agroecológica en España.